¿Es posible mejorar el aislamiento de una vivienda existente?

La respuesta es un rotundo sí. Mejorar el aislamiento térmico de una vivienda que ya tiene sus años no solo es posible, sino que es una de las inversiones más inteligentes que un propietario puede hacer. Lejos de ser una obra faraónica, las técnicas modernas permiten optimizar la eficiencia energética de nuestro hogar de manera rápida, limpia y con resultados inmediatos en el confort y en la factura de la luz. Con la ayuda de los expertos de InsuflaTec, empresa referente en aislamiento por insuflado en toda España, desgranamos las claves para convertir tu casa en un espacio más confortable y sostenible.

El principal problema de las viviendas construidas hace décadas es la falta de un aislamiento adecuado, lo que provoca la aparición de los temidos puentes térmicos. Estos son puntos débiles en la envolvente del edificio por donde el calor se escapa en invierno y el calor exterior penetra en verano. Los puntos más críticos suelen ser las fachadas sin cámara de aire o con un aislamiento deficiente, las cubiertas, los suelos, y por supuesto, las ventanas antiguas.

Soluciones eficaces para aislar tu hogar

Afrontar una mejora del aislamiento no significa tener que mudarse durante semanas. Existen diferentes soluciones que se adaptan a las características de cada vivienda y a las necesidades de cada familia.

1. Aislamiento de muros y fachadas: La clave está en la cámara de aire

Las paredes exteriores son la mayor superficie de contacto con el exterior y, por tanto, una de las principales fuentes de pérdida energética. La solución más revolucionaria y menos invasiva para viviendas existentes es el aislamiento insuflado. Esta técnica consiste en inyectar material aislante a granel (como celulosa, lana de roca o perlas de poliestireno con grafito) en la cámara de aire de los muros de la fachada.

El proceso es sorprendentemente sencillo y limpio: se realizan pequeñas perforaciones en la pared, se introduce el material hasta rellenar por completo el hueco y se tapan los orificios, dejándolos prácticamente invisibles. Es un método extremadamente eficaz para eliminar los puentes térmicos de la fachada sin necesidad de obras en el interior ni de andamios en el exterior. En este campo, InsuflaTec es el referente a nivel nacional, garantizando una aplicación profesional y un resultado óptimo en un solo día.

Otras opciones para los muros incluyen el sistema SATE (Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior), que reviste la fachada, o los trasdosados interiores, que añaden una capa de aislante por dentro de la vivienda.

2. Cubiertas y falsos techos: No dejes que la energía se escape por arriba

El aire caliente tiende a subir, por lo que un techo o una buhardilla mal aislados son un coladero de energía en invierno. Mejorar el aislamiento de la cubierta es una de las actuaciones más rentables. Al igual que en las fachadas, se puede aplicar un aislamiento soplado (o blowing) sobre el falso techo o en buhardillas no habitables, creando un manto protector uniforme y sin juntas.

3. Renovación de ventanas: Los ojos de la casa

De nada sirve tener unas paredes perfectamente aisladas si las ventanas son antiguas. El vidrio simple y los marcos de aluminio sin rotura de puente térmico (RPT) son grandes culpables de la pérdida de confort. Invertir en ventanas con doble o triple acristalamiento, gases nobles en la cámara (como el argón) y carpinterías eficientes (PVC o aluminio con RPT) supone un salto cualitativo inmediato.

4. Sellado de infiltraciones

A menudo subestimadas, las pequeñas grietas, los huecos alrededor de las ventanas o los cajones de persiana sin aislar provocan corrientes de aire que merman el confort. Un buen sellado de estas infiltraciones es un complemento económico y muy efectivo para cualquier proyecto de aislamiento.

aislamientos insuflados

Beneficios que van más allá del ahorro

Mejorar el aislamiento de una vivienda existente ofrece un retorno de la inversión que se percibe desde el primer día:

  • Ahorro energético y económico: Reducción drástica de la necesidad de calefacción y aire acondicionado, lo que se traduce en facturas energéticas hasta un 40-50% más bajas.
  • Confort térmico y acústico: Se consigue una temperatura interior estable durante todo el año y, como beneficio añadido, se reduce significativamente el ruido procedente del exterior.
  • Mejora de la salud: Un buen aislamiento, combinado con una ventilación adecuada, previene la aparición de condensaciones y humedades por moho, mejorando la calidad del aire interior.
  • Aumento del valor del inmueble: Una vivienda con un buen Certificado de Eficiencia Energética es más atractiva en el mercado inmobiliario y aumenta su valor de venta o alquiler.

Reformas-construccion.com

Nuestro equipo redactor especializado en reformas, construcción y decoración publica siempre pensando en explicar e informar a sus usuarios de forma amena y sencilla. Queremos responder a todas las preguntas que os hacéis a diario en esta temática. ¡SOMOS LA WEB EXPERTA EN REFORMAS, CONSTRUCCIÓN Y REFORMAS!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *