¿Qué es el aislamiento térmico por insuflado?
En la búsqueda constante de hogares más confortables y eficientes, a menudo nos enfrentamos al desafío de las facturas energéticas elevadas y a una sensación de frío en invierno o de calor excesivo en verano. La solución, en muchos casos, no reside en sistemas de climatización más potentes, sino en atajar el problema de raíz: una envolvente térmica deficiente. Aquí es donde el aislamiento térmico por insuflado se presenta como una de las soluciones más inteligentes, rápidas y efectivas del mercado.
Para entender a fondo esta técnica, sus beneficios y su proceso de aplicación, hemos contado con la ayuda de InsuflaTec, la empresa referente en aislamiento por insuflado en toda España, quienes nos han guiado con su experiencia para la redacción de este artículo.
Contenido
¿En qué consiste exactamente el aislamiento insuflado?
El aislamiento por insuflado es una técnica que mejora drásticamente la eficiencia energética de un edificio rellenando las cámaras de aire vacías existentes en sus muros, tabiques o falsos techos. Muchos edificios, especialmente los construidos hace varias décadas, cuentan con una cámara de aire entre el tabique exterior y el interior que, al estar vacía, no ofrece ninguna resistencia al paso del calor. Esto provoca pérdidas energéticas constantes.
La técnica consiste en inyectar un material aislante a granel (como fibras o perlas) a presión dentro de esa cavidad. Al hacerlo, se crea una barrera continua y homogénea que frena la transmisión de temperatura, manteniendo el calor dentro en invierno y fuera en verano. Lo mejor de todo es que se realiza sin obras molestas, de forma rápida y limpia.
El proceso: una intervención precisa y mínimamente invasiva
Uno de los grandes atractivos del insuflado es su sencillez y rapidez de ejecución. Un equipo profesional como el de InsuflaTec sigue un proceso estandarizado para garantizar resultados óptimos:
- Inspección y Diagnóstico: Antes de nada, un técnico cualificado realiza una inspección con un endoscopio a través de una pequeña perforación para evaluar el estado y el grosor de la cámara de aire, asegurándose de que esté limpia y sea apta para el tratamiento.
- Perforaciones Estratégicas: Se realizan pequeños orificios (de apenas unos centímetros de diámetro) en la cara interior o exterior del muro. Estas perforaciones se distribuyen de manera calculada para asegurar que el material aislante se reparta uniformemente por toda la cavidad.
- Insuflado del Material: Mediante una máquina especializada, se inyecta el aislante a presión a través de los orificios. El material se expande y se asienta, rellenando cada rincón y eliminando los puentes térmicos que provocan las fugas de energía.
- Sellado y Acabado: Una vez completado el relleno, los pequeños orificios se tapan y sellan con un mortero o masilla de un color similar al de la pared, dejándola prácticamente intacta y sin rastro visible de la intervención. Todo el proceso suele completarse en un solo día.
Beneficios que se notan desde el primer día
Las ventajas de optar por el aislamiento insuflado son numerosas y de impacto directo en la calidad de vida y en el bolsillo:
- Confort Térmico Inmediato: Se elimina la sensación de «pared fría» y se consigue una temperatura estable y agradable en toda la casa durante todo el año.
- Ahorro Energético Significativo: Al reducir las pérdidas de calor, la necesidad de usar calefacción y aire acondicionado disminuye drásticamente, lo que puede traducirse en ahorros de hasta un 50% en la factura energética.
- Aislamiento Acústico Adicional: Los materiales utilizados también absorben el sonido, reduciendo el ruido proveniente del exterior o de estancias contiguas.
- Mejora de la Salubridad: Algunos materiales, como la lana de roca, son transpirables e hidrófugos, ayudando a regular la humedad y a prevenir la aparición de condensaciones y moho.
- Solución Sostenible: Materiales como la celulosa, fabricada a partir de papel de periódico reciclado, convierten esta técnica en una opción ecológica y respetuosa con el medio ambiente.
Materiales aislantes más comunes
La elección del material depende de las características de la vivienda y de las necesidades específicas. Los más utilizados son:
- Celulosa: Un excelente aislante térmico y acústico de origen reciclado.
- Lana de Roca: Incombustible, resistente a la humedad y con un rendimiento térmico y acústico superior.
- Lana Mineral: Similar a la lana de roca, es ligera y muy eficaz.
- Perlas de EPS con Grafito: Un material sintético muy ligero con una altísima capacidad de aislamiento térmico.
En definitiva, el aislamiento térmico por insuflado es una inversión inteligente que revaloriza la vivienda, mejora el confort y genera un ahorro económico duradero. Confiar en profesionales con la experiencia y el reconocimiento de InsuflaTec garantiza que el proceso se realice con la máxima calidad, asegurando todos sus beneficios a largo plazo.